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Día del libro

abril 25, 2008

Un programa de radio que suelo escuchar, en concreto, el que realiza Julia Otero en Onda Cero, dedicaba esta semana una de sus secciones a hablar sobre la lectura. Durante el mismo, muchos oyentes llamaron para contar lo mucho que leían, la cantidad de libros que devoraban cada mes. Hubo un momento durante el transcurso del mismo que uno de los tertulianos pidió que llamara alguien que no leyera casi nada y estuve a punto de llamar, si no fuera porque iba conduciendo. No es que me sienta orgulloso de no leer, leo, pero poquito, un libro me puede durar meses. De hecho, desde Septiembre he leído apenas dos libros. Creo que debería leer más pero por otra parte si dedicara más tiempo a leer, dejaría de hacer otras cosas, quiero decir que el día tiene 24 horas, de las cuales ocho horas en dormir, una hora en vestirme, ducharme y demás, ocho las dedico a trabajar, una hora y media más en el coche, tres horas más en alimentarme incluyendo desayuno, comida y cena, por tanto me quedan dos horas y media de tiempo restante, que tengo que repartir en hacer cosas en casa, salir a tomar algo con mis amigos, hacer alguna compra, etc, u otras aficiones como pintar… 

 

Me parece muy bien leer, y no se me malinterprete, pero me pregunto si las personas que dicen que leen un libro a la semana, se duchan, comen, socializan algo, ¿viven?  Yo creo que tan malo es leer poco como lo contrario.  Una persona que lee tanto pareciera que en vez de vivir su propia vida viviera la vida de los personajes de los libros. ¿No es preferible ser el personaje protagonista de tu propia vida? ¿De que sirve leer muchas historias de amor si nunca has vivido ninguna, de que sirve leer sobre viajes si nunca has salido de tu pueblo, de qué sirve leer sobre arte o cine si nunca has intentado crear algo por ti mismo? ¿es la lectura un refugio para muchas personas?  Yo recomendaría a los receptores pasivos que alguna vez fueran activos. Por ejemplo, si tanto les gusta la literatura, ¿que tal si se animan a escribir algo?  Quizá no un libro, pero una historia corta o un blog, pero claro, la mejor escritura creo que se basa en experiencias propias, por lo que recomiendo también que primero se vivan experiencias y luego se traten de escribir.

 

Por otra parte, he de decir que contrariamente a lo que se piensa, he comprobado que una persona que lee mucho no necesariamente tiene mejor expresión hablada y/o escrita. Creo que en esto sucede lo mismo que con los que ven mucho fútbol, no necesariamente juegan como Beckham… Así que venga,  a darle más al balón…

4 comentarios

  1. Me ví bastante identificada con el hecho de ser una lectora poco habitual (al menos de libros, porque sí que leo o al menos ojeo unas cuantas revistas sobre mis aficiones: deportes, moda, etc). También hay que contar que por el trabajo que tenemos, leemos bastantes textos técnicos.

    Si te dejas llevar por aquell@s que devoran mínimo 1 ó 2 libros a la semana, parece que forzosamente un@ ha de sentirse mal por no practicar esta sana afición.
    Pues bien, señor@s lectores, los que no leemos tanto, efectivamente no es que seamos unos incult@s.
    Conozco unas cuantas personas de mi alrededor (incluído un@ que tengo en casa) que parece que no disfrutan el día si al menos no leen algunas paginitas de lo que sea… Me dan envidia (sana) no por el hecho de leer, sino por disfrutar tanto con ello. Aún tengo empezado el último libro (novela) que comencé en las vacaciones de Septiembre del año pasado …
    Pero hay otras buenas aficiones también de las que sentirse orgullos@.

    Una semana tras otra, coloco (ilusa de mí) un par o incluso tres libros encima de mi mesilla de noche, con el propósito de: venga, esta semana a ver si me ilustro un poquito con ellos. Inexistente es el día que no caigo rendida antes de abrir ni la primera página.

    Por otro lado, hace poco le escuché a alguien comentar que el tiempo es el recurso más democrático que existe, puesto que todas las personas cuentan con el mismo: 24 h al día. Ciertamente, a algun@s les debe cundir mucho más que a otr@s; pero más que eso, creo que se trata de priorizar: para lo que realmente se quiere o gusta mucho, se saca tiempo.
    A mí, entre las 8 horas de trabajo, las 3 más bien 4 de alimentación, algo menos de 8 de sueño, al menos 1 de vestirse/desvertirse y aseo personal, y casi 2 diarias de deporte vario, no me queda demasiado para leer. Aunque cuento con ventaja, porque últimamente me ahorro bastantes días las casi 2 horas de desplazamientos al trabajo: a ver si me aplico la lección …

    Por otro lado, siempre me gusta leer tus posts, xxD 🙂


  2. Bueno, bueno.. ¡lo que hay que leer en un post amigo!
    Me siento criticada!!! Me gusta leer, me apasiona, y soy de los que si no leen aunque sea 3-4 páginas antes de dormir no dormimos a gusto.
    En mi caso la lectura le roba tiempo al sueño. Por descontado. Y lo he hecho desde que leo, bien pronto… todavía recuerdo a mis padres levantándose cada noche a apagarme la luz y arrancarme el libro de las manos.
    No sé qué sería de mí sin un domingo por la tarde recostada en el sofá pasando página tras página… he cruzado mares, viajado al centro de la tierra, construido catedrales, y vivido mil vidas… ajenas, sí, pero que he hecho mías cada vez.
    Para los que no tenemos una vida social tan llena como unos, y no tenemos el espíritu tan deportista de otros (sin acritud!!!!!!!!!! :-), la lectura es un pasatiempo muy sano.
    Por cierto, una gran parte de los lectores lo hace en transportes públicos (no ha sido mi caso cuando estaba en Madrid), así que la hora y media de atasco en coche se puede invertir en lectura… y ya es buena ración diaria.

    Besitos primaverales escandinavos (cuando me baje a leer a un banco que hay delante de mi casa, mirando el lago Mälaren, con patitos nadando a 1 metro de mi, me acordaré del post).


  3. Me deja sorprendidísimo tu post,en contra de la lectura…A mi juicio debemos de apagar más la tv(q para eso todos sacamos tiempo),ser libres en el como , en el cuando …pero ser exigentes con la calidad de lo que se nos pone delante y parar de vez en cuando a valorar,si lo que estamos haciendo realmente nos aporta…y ¿el q? Te adjunto abajo un texto que me encontré en el corcho d una biblioteca hace años y aún me emociona,Un abrazo.

    GRATITUD A AUGUSTO ROA BASTOS
    No lo olvidaré nunca tío

    Cuando me sugeriste con vehemencia,

    Lee…Lee…Lee

    El que no Lee

    Mal piensa…Mal habla…Mal escribe

    Escribe… Escribe… Escribe…

    Si es necesario apártate del mundanal ruido

    Y deja volar a la mente y a la pluma…

    No importa el color de la tinta

    No importa tu religión

    No importa tu ideología

    No importa las normas

    No importa las formas

    No importa los detalles

    Escribe… Escribe… Escribe…

    Luego…Luego veremos las correcciones…

    (Seguías diciéndome:

    La escritura es un bálsamo para el alma

    Con la literatura se puede ganar batallas

    Contra la adversidad si más armas

    Que la letra y el espíritu, sin más poder que la

    Imaginación y el lenguaje.

    También para dejar testimonios de luchas,

    Influir en las realidades y de transformarlas

    Con inspiraciones a generaciones presentes, futuras

    Y a un mundo hambreado de conocimientos,

    Nunca olvidaré tío Augusto Roa Bastos

    Tu estímulo para mis inicios con la poesía

    De: Gloria Álvarez Bastos


  4. Creo q no me has entendido… pasa por leer rápido y no digerir … Una muestra de que no es tan relevante el número de libros que uno lea, sino el provecho que se les saque…

    Es broma hombre, que ya te imagino cabreado…

    Lo que yo quería decir con mi, al parecer mal redactado o incomprendido comentario, es que está muy bien leer, pero que uno no se puede refugiar en la lectura y dejar vivir la vida real. Y tengo la sensación que muchas personas leen de viajes y no viajan, leen de amor y no aman etc. Mi propuesta es que además de leer, se deben vivir experiencias propias e incluso escribir sobre ellas… Y entonces dejaremos de opinar en base a citas o textos que otros han escrito y aportaríamos nuestras vivencias…
    Me recuerda esto al repelente de niño prodigio q comenzó en «Crónicas Marcianas», y ahora deambula por otro concurso de la televión. El chaval, muy inteligente, con un cociente intelectual altísimo, no para de citar a Hegel y a Kant.. y oye, q muy bien, porque le deja a uno atontado de lo mucho que sabe.. pero mi pregunta es… ¿ Cuanto de lo que sabe ha llegado él mismo a experimentar ? Me temo que se ha pasado la vida entre libros y blibliotecas…



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