Archive for diciembre 2007

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El obispo cenutrio

diciembre 27, 2007

El Obispo de Tenerife, un tal Bernárdo Alvarez, menciono su nombre y apellidos porque pasará a la historia como uno de los mayores descerebrados que ha dado la Iglesia Católica, ha declarado recientemente, cito textualmente, «Puede haber menores que sí lo consientan -referiéndose a los abusos- y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan» 

El obispo además compara la homosexualidad con los abusos a menores, y se pregunta «¿por qué el abusador de menores es enfermo?».  A la homosexualidad la considera el obispo como una deformación de la naturaleza propia del ser humano, una enfermedad. El obispo, asegura que a la larga pagaremos las consecuencias de la homosexualidad como la han pagado otras civilizaciones, y aconseja:  «hay que promover la educación e inculcar los valores de la feminidad y la masculinidad«.  

Para rematar su análisis, el obispo dice que no se puede dejar a las personas libradas a lo que salga, al igual que con otros impulsos que tiene el ser humano como la violencia y asimila la homosexualidad a las agresiones sexuales que «la persona practica como puede practicar el abuso de menores».

Antes de escribir este post, pensé que lo mejor era hacer caso omiso, porque es tal el grado de absurdez y de estupidez, que es difícil ponerse a su nivel, y no merece la pena ni siquiera opinar al respecto. Es como si alguien me comentara que matar está bien porque hay gente que merece morir, o que robar está bien porque hay gente con pasta que va pidiendo a voces que le atraquen, o que violar está bien porque hay tías buenas que lo reclaman, o que la violencia de género está justificada porque hay mujeres que lo provocan, o que quemar a un cura en la hoguera está bien porque hay algunos que lo merecen. Cualquiera de estas afirmaciones está al mismo nivel que las que ha realizado el tal Bernárdo. Pero luego he pensado, que este hombre, no opina como hombre, sino como representante de la iglesia, como obispo, nada más y nada menos, y me pregunto si la Iglesia no debería excomulgarlo por ir en contra de los preceptos básicos de la religión católica, y me pregunto si el defensor del menor no tendría que tomar cartas en el asunto, si la fiscalía de menores no debería hacer algo, y si los políticos , al igual que piden la ilegalización de grupos políticos que no condenan la violencia terrorista, no deberían pedir la ilegalización de la Iglesia Católica en el caso de que no condene las declaraciones de Bernárdo Alvarez, y si en tal caso todos los gays bautizados no deberían pedir la apostasía.

Puestos a dar consejos, ya que Bernardo aconseja que los homosexuales vayan al psiquiatra, yo le aconsejaría que visitara alguno y se dejara analizar, porque o mucho me equivoco, o este hombre tiene más de un trauma oculto debajo de la sotana. En fin, para terminar creo que si Jesucristo resucitara de nuevo se haría ateo, y puestos a decir, gay.

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Eternamente Roma

diciembre 10, 2007

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Comparto algunas de las imagenes que permanecerán en mi memoria para siempre. Eternamente Roma…

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Padres e hijos…

diciembre 2, 2007

La educación de los hijos me parece un asunto complicado. Desde fuera uno puede aventurarse a opinar cómo actuaría en determinada situación, pero solamente desde el papel de padre o madre que se enfrenta cada día a esta tarea se puede opinar con verdadero fundamento. Sin embargo, aunque no tenga hijos, desde la perspectiva de un simple observador, sé qué cosas no haría si fuera padre. Pongo de ejemplo al hijo de mis vecinos, un niño de casi tres años que se pasa el día llorando, rectifico, más bien gritando. El niño echa cada día un pulso a sus padres a base de berrear y berrear, técnica  que le funciona porque los padres acaban cediendo por cansancio. La forma que tienen sus padres de lidiar en la situación es alzando la voz más que el niño. Siempre acaban perdiendo los nervios lo que provoca que habitualmente acaben discutiendo entre la pareja. Los efectos colaterales los sufrimos los vecinos que tenemos que aguantar el griterío del chiquillo y de sus progenitores. El padre, consciente de la situación, se ha excusado en varias reuniones de comunidad, y educadamente le he quitado importancia asumiendo que es una situación inevitable. Sin embargo, no es cierto, es perfectamente evitable, y me gustaría espetárselo en la siguiente reunión de vecinos. El comportamiento del niño es consecuencia de la ineptitud de sus padres, de su pasividad,  de su falta de autoridad.  El niño solamente ha copiado el patrón de comunicación de sus padres. Qué sucedería si en vez de gritar al niño frases sin contenido, el padre o la madre se sentaran con el niño y le dejaran claro que así no va a conseguir nada, y que los gritos se terminan por decreto. Porque las normas no pueden desaparecer, los padres deben ejercer como tal, deben ser serios y constantes, coherentes, y si dicen NO es NO, sin titubeos. De nada sirven cien mil gritos si no van acompañados de acciones coherentes.  

Es curioso que para conducir un coche sea necesario sacar antes un permiso, y sin embargo para ser padre no es necesario más que dar rienda suelta al “amor”.