Fin de año en Lisboa

Pienso que hay ciudades de monumentos y hay otras de momentos, sin duda, Lisboa es una ciudad de momentos. Cada vez que vuelvo a esta ciudad mi cariño por ella es más grande. Lisboa es una ciudad que te acoge, de la que te sientes parte al poco de pisar sus calles empedradas. Desde el castillo de San Jorge he disfrutado este fin de año de una de las mejores puestas de sol que haya visto nunca. Contemplar las azoteas de las viejas casas que adornan sus colinas, el río Tajo al fondo, el sol perdiéndose en el horizonte y los pájaros sincronizados en su vuelo formando una multiforme nube oscura que recorre el cielo, es algo que no se puede describir con palabras. Por eso os dejo algunas imagenes que valen más que mil palabras, aunque en este caso las fotos no hacen justicia a la realidad.